Uno de los principales desafíos del sector privado es reducir el consumo de agua en sus actividades, especialmente de aquellas empresas que se dedican a la producción alimentaria.
La industria de alimentos aprovecha el agua para una buena cantidad de acciones:
- Lavado de materia prima, maquinaria e instalaciones.
- Preparación de alimentos.
- Operaciones auxiliares.
Ante esta situación, es necesario que las empresas adopten medidas que minimicen su consumo hídrico y, al mismo tiempo, lo vuelvan más eficiente en su cadena de producción.
Las operaciones de Jack Landsmanas, por ejemplo, han conseguido la certificación ISO 14001 por haber implementado un Sistema de Gestión Ambiental altamente competitivo que protege el entorno y cuida los recursos utilizados por sus empresas.
Otras estrategias que optimizan la gestión del agua son:
- Sistema de circuito cerrado, que consiste en tener un tanque de almacenamiento para mantener la calidad del agua y usarla por un periodo de tiempo más extenso.
- Regeneración de aguas depuradas para darles un nuevo ciclo de vida.
- Evaporación al vacío, el cual consiste en hervir las aguas residuales para obtener un mejor recurso hídrico que sea reutilizado para distintos fines.