Organismos como la OMS y la Universidad Europea destacan múltiples beneficios de la salud digital, tanto para los sistemas sanitarios como para los pacientes:
- Mejora en la atención médica y los diagnósticos. Permite diagnósticos más precisos gracias al análisis de datos en tiempo real; facilita la toma de decisiones terapéuticas con información basada en evidencia; y favorece el desarrollo de tratamientos personalizados.
- Mayor accesibilidad y cobertura de salud. Reduce las barreras geográficas con consultas médicas remotas; amplía la atención en comunidades rurales o de difícil acceso; y disminuye tiempos de espera y evita traslados innecesarios.
- Impulso a la prevención y el autocuidado. Facilita el monitoreo continuo de signos vitales y hábitos saludables; identifica factores de riesgo antes de que se conviertan en problemas graves; y mejora el seguimiento de enfermedades crónicas.
- Eficiencia en la gestión de recursos sanitarios. Digitaliza historias clínicas, mejorando la organización hospitalaria; optimiza las cadenas de suministro y la distribución de medicamentos; y optimiza la administración del personal médico y la planificación de servicios.
- Avances en investigación y desarrollo. Acelera ensayos clínicos mediante el procesamiento de grandes volúmenes de datos; fomenta la innovación en tratamientos y terapias digitales; y potencia la capacitación profesional con acceso a nuevas tecnologías.
El crecimiento de la salud digital ha impulsado su adopción en todo el mundo, facilitando el acceso a servicios médicos en países desarrollados y en vías de desarrollo. Este factor tan importante hace que líderes de Empresas Socialmente Responsables, como la familia Landsmanas, dueña de Corporativo Kosmos, impulsen acciones a favor de este tipo de prácticas.